Aterrizar, uno de los grandes retos de los proyectos musicales independientes
Escrito por Maga Urdaneta, extraído de www.maanmusica.com.
“91% de las bandas venezolanas fracasan porque carecen de dirección. ¡Puf! Tremenda cachetada bofetada. Pero sí. Esta fue la cifra demoledora brindada por Otto Ballaben, CEO de Arepa Music, durante la charla “El Marketing Musical” organizada por la Fundación Nuevas Bandas, a la que tuve la oportunidad de asistir asistí, y que, de entrada, nos dió una buena dosis de realidad para los que soñamos con esta aventura de vivir de la música.
Un panorama bastante duro, pero que se agradece, pues particularmente pienso que gran parte del éxito se basa en tener los pies firmes en la tierra, insistir fervientemente, con criterio, y en prepararse, educarse, documentarse, tomando referencias de casos de éxito e ir aplicando esos conceptos a los proyectos propios… y siento que eso es algo que muchas personas pasan por alto.
Según Otto, los proyectos fracasan en un momento específico: cuando la agrupación tiene el material discográfico en sus manos y suceden dos escenarios, o lo “engavetan” o siguen direcciones de marketing erróneas. Entonces para evitar cualquiera de los dos escenarios, resulta necesario hacer un diagnóstico en profundidad del proyecto antes de iniciar una estrategia musical.
Suena lógico y, de nuevo, tiende a pasarse por alto. Algo muy importante que revela es que debemos identificar los objetivos y valores esenciales del grupo e, incluso, de las obras/canciones, de manera que puedan diseñarse estrategias de canales, apegados al nicho de mercado que conecten con el público que se identifica con el material. Esto es esencial y si nos ponemos a ver, ciertamente lo trabajamos con frecuencia en otras áreas, sólo que seguramente no habíamos aplicado ese tipo de estudio a una canción, por ejemplo. Pero es igual a cuando realizamos un proyecto, alguna investigación, un plan de negocios, todo debe partir por un inicio, identificando las bases fundamentales que sustentan a ese proyecto. La identidad. Estatutos organizacionales, o cómo quieran llamarlos, pero son los principios que nos permitirán tener un esquema organizado para poder desarrollar nuestras estrategias y aplicarlas efectivamente, llevando un control, que luego nos permita evaluar y medir los resultados de tales acciones.
Algunas herramientas útiles para establecer este tipo de diagnóstico son el modelo Canvas, la matriz FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas), PNI y cualquier otra herramienta como mapas mentales y de planificación.
NO HAY FÓRMULAS MÁGICAS
Hace décadas que desaparecieron. Ahora con la era de la información y el mundo digital, son infinitas las posibilidades y estrategias a desarrollar e implementar, y NO todas las estrategias funcionan para todos los proyectos. Esto es importante. Creemos que lo que le funcionó a uno, funcionará para nosotros y no necesariamente es así. Lo que SÍ me parece válido es tomar referencias de casos exitosos y documentarse, pues eso también forma parte del proceso de investigación.
“No hay una regla para que el lanzamiento de un álbum sea exitoso”, asegura José Lasses, CEO de Cusica. “El estilo musical del artista influye en el proceso de marketing. Sin embargo, para empezar una estrategia de lanzamiento hay que evaluar el género, los canales disponibles, si será de carácter gratuito o no y ubicar el objetivo, si es promoción o venta, entre otras cosas”, explica.
En este sentido, como artistas tenemos la posibilidad de poner nuestra música al alcance de miles de personas vía digital, y aun más importante, podemos saber dónde, quién y a través de qué canal se escucha nuestra música. Tenemos un 3 en 1, porque ahora podemos tener Presencia, Venta e Investigación de Mercado al mismo tiempo. Este proceso nos permitirá recopilar información valiosa para saber dónde se está escuchando nuestra música y a partir de allí, realizar una estrategia de mercadeo (o remercadeo) que apunte en esa nueva dirección. Como explican ellos “la información es clave para generar dirección”.
“Un proyecto musical engloba tres procesos: producción, promoción y venta. Cuando estás en promoción, el objetivo es exposición. En ese momento debes facilitar plataformas físicas y/o digitales gratuitas porque el objetivo es promocionar, no vender. Pero ese ciclo se tiene que cerrar en ventas, porque si no vemos cómo la banda fracasa”, explica Otto.
El objetivo de tener una estrategia de marketing es maximizar el retorno y hacer que la música sea rentable. Para lograrlo, necesitamos contar con un equipo de trabajo especializado que nos ayude a complementar la autogestión del proyecto (DIY)
Ahora bien, Do it ¿yourself?
A mí me encanta el tema de Yo creo en la producción independiente. La autogestión. El DIY. Simplemente porque me gusta la sensación de creatividad y libertad que hay en estos procesos. Pero siempre he entendido que hay que saber delegar y que cada persona tiene sus talentos y dones especiales, y en ellos hay que confiar. La autogestión no puede interpretarse de manera errónea. Como bien explican Otto y José, no se trata de ser “todero”, si no de forjar criterios y llevar el control de lo que sucede a lo largo del desarrollo del proyecto, mientras al mismo tiempo se rodea de un equipo de trabajo especializado.
A esta forma de trabajo le llaman “autogestión acompañada” y estos acompañantes deben ser: un manager (que NO será el jefe de la banda. ¡La banda manda!), un jefe de prensa/comunicador estratégico, que construya una estrategia de difusión y relacionamiento basado en mensajes claves y un Agente Booking, que debe ser exclusivo de la banda.
Tenemos entonces que la profesionalización del proyecto en la primera etapa es clave. Dado lo que hemos visto de la mano de profesionales en la industria musical, y por experiencias propias, debemos, en primer lugar, fijar un concepto/objetivos/valores. Rodearnos de un equipo de trabajo que acompañe la autogestión e idear estrategias planificadas, que vayan en sintonía con el proyecto.
Acá algunos dirán que es difícil, para alguien que está empezando, rodearse de un equipo de trabajo especializado, debido a los costos, reconocimiento, etc. Pero SÍ es posible. Uno debe conocer sus fortalezas y puntos de mejora 😉 (Nunca digamos debilidades) y saber qué tipo de alianza estratégica o intercambio podemos lograr. Empecemos por nuestro entorno más cercano: familiares y amigos, quienes son los primeros que nos apoyarán en nuestro camino musical. Como una vez me dijo un gran músico, percusionista, en uno de sus talleres de “Cómo salir del anonimato”, y cito “todos tenemos un pana que sabe de…” – complete la frase – ¡y es así! Nuestro deber es llegar con una propuesta bien planteada, coherente, visionaria y apuntar a hacer lo mejor posible con los recursos disponibles. En esa misma medida, manteniendo una ética de trabajo profesional, cultivando relaciones, se irá sumando más gente valiosa al equipo, e iremos creciendo producto del esfuerzo del trabajo en conjunto. Recuerden, se trata de insistir y de prepararse, y sobre todo, de TRABAJAR todos los días en el proyecto.
En la industria musical la percepción es fundamental, no hay dos momentos para dar una primera impresión. Es muy importante entender que los proyectos musicales (y artísticos en general) no sólo entran por los oídos, sino que se “comen”, se ven, se sienten. Trabajemos, no por ser parte de ese 9% de bandas venezolanas que sí triunfan. NO. Vamos a trabajar para que ese porcentaje tan odioso de bandas que “fracasan” no exista más. Con esfuerzo, preparación y educación podemos hacerlo. Recapitulando las lecciones de Otto, José y Manuel Redondo, quien fue el moderador de este encuentro de Marketing Musical, aterricemos el sueño, fijemos dirección, eduquémonos y tomemos todo lo necesario para volver a volar, pero ahora conociendo hacia dónde vamos, directo, sin escalas.“